Toneladas evitadas

Emisiones CO2 evitadas

Las emisiones de dióxido de carbono (CO2) con origen en las actividades asociadas a la existencia de la raza humana se han incrementado en las últimas décadas de forma notable, hasta tal punto que el contenido de CO2 en la atmósfera nunca había sido tan elevado desde hace 2,1 millones de años.

El incremento de CO2 en la atmósfera terrestre provoca, entre otros, el denominado efecto invernadero, que consiste en la absorción por el CO2 y otros gases de efecto invernadero (GEI) de la radiación térmica emitida por la superficie de la Tierra; lo que deriva en un aumento de la temperatura media del planeta y también, según está aceptado por la práctica totalidad de la comunidad científica, en un cambio climático.

Las consecuencias de un cambio climático no son menores y si no lo evitamos implicarán falta de agua potable, grandes dificultades para mantener la producción actual de alimentos y desastres naturales que nos afectan enormemente (inundaciones, tormentas, sequías, olas de calor, etc. etc.). En definitiva una amenaza real a miles de millones de seres humanos. De ahí la GRAN IMPORTANCIA DE LA REDUCCIÓN DE EMISIONES DE CO2.

Estamos a tiempo de evitar el desastre. Diversos planes se han puesto marcha para llevar a cabo el denominado "proceso de descarbonización". En este proceso, la Agencia Internacional de la Energía estima que un 37% de la reducción de emisiones de CO2 provendrá de la eficiencia energética, es decir, simplemente de utilizar racionalmente los recursos energéticos y NO desperdiciarlos.